Historia de Algar

El origen de esta localidad de la sierra va de la mano de D. Domingo López de Carvajal, vizconde de Carrión y marqués de Atalaya- Bermeja. Gallego de nacimiento, era andaluz y portuense de ciudadanía, dedicado a comerciar con América, eligió México para emprender su aventura como cargador de Indias, asentando sus negocios en los pueblos americanos de Pachuca y Real del Monte.
Su comercio estaba dedicado a la plata mexicana, frutos, chocolate, especias, la quina, el algodón en rama, productos que atesoraba en la bodega de sus navíos hacia tierras gaditanas. Un día en que volvía con sus barcos repletos de estos tesoros hacia el puerto de Cádiz, fue víctima de una terrible tormenta que zarandeó a los navíos con violencia, haciéndoles naufragar. En aquel trance, encomendó a Nuestra Señora de Guadalupe su vida y la de sus compañeros de viaje, prometiendo fundar una población en nombre de su virgen morena en lo más intrincado de la Sierra Gaditana donde jamás el agua llegase.
Al ser salvados y llegar a puerto, tuvo que cumplir la promesa de fundar una población en nombre de la Señora de Guadalupe. D. Domingo contaba con las tierras “Dehesa de Algar y Mesa de Sotogordo” que fueron compradas al Concejo de Jerez. Dichas tierras las convirtió en la Villa de Santa María de Guadalupe de Algar, el 13 de octubre de 1773 con el permiso de Carlos III.
Levantó las Casas Consistoriales, con su sala de Cabildo para que se juntaran sus gentes, sus celdas y, para que oraran a la Virgen de Guadalupe, construyó una hermosa ermita.
Entregó a cada colono lo necesario para construir las casas en las que debían habitar con sus familias. Casas de piedras sacadas a plana, techadas con vigas y tejas, con chimenea, bocas de horno con puertas y ventanas de pino de Flandes. Noventa casas, con su correspondiente lote de tierras, separadas una propiedad de otra con tapia o pita, y una yunta de bueyes para arar la tierra.
Y fueron noventa los colonos provenientes de Ubrique, Villaluenga del Rosario, Benaocaz y Bornos los que inauguraron la vida de esta villa.